La temporada de exámenes de Septiembre se acerca, lo que significa que es hora de repasar los mejores consejos y trucos de estudio de Academia Teba para superar tu próximo examen. Porque si no, imagínate…
Tras horas de hacer de todo menos estudiar, por fin has decidido ponerte a trabajar. Pero es tarde, estás cansado y los montones de información que no recuerdas haber aprendido te están provocando una migraña. Empieza a cundir el pánico.
No es un escenario agradable, ¿verdad? Por eso esta práctica guía te ayudará a que esto no te ocurra. Agradécelo después, cuando no estés bebiendo tu tercera lata de Red Bull a las tantas de la madrugada.
Organízate. Clasificar los apuntes por fecha, tema o color de la tinta hará que encontrar información específica sea más rápido y eficiente. Estudiar es mucho menos exasperante cuando puedes encontrar todo lo que buscas. Ah, y haz un horario si tienes otros eventos y actividades para estudiar.
NO confíes en las grabaciones de tus clases. Las grabaciones están bien para repasar, pero debes tomar notas y prestar atención a lo que se enseña. Cuantos más sentidos utilices, mejor recordarás la información cuando te la den por primera vez. Bonificación: habla con tus compañeros de clase para intercambiar apuntes después de las clases. Esto aumenta las posibilidades de obtener toda la información importante y te da la oportunidad de conocer gente.
Guarda los exámenes y pruebas antiguas. A veces los exámenes tienen preguntas de evaluaciones anteriores, por lo que es bueno echarles un vistazo mientras estudias. Comprueba en qué te equivocaste en el pasado y en qué áreas debes centrarte más esta vez.
NO empieces a estudiar en el último momento. Lo sé, acaba de salir un nuevo documental de crímenes reales en Netflix, pero cuanto más esperes para empezar a repasar, más estresado estarás después. Como mínimo, estudia un poco cada día para no empollar la noche anterior.
Tómate descansos. No confundas esto como una excusa para pasar las próximas 2 horas haciendo scroll en Insta. Por descanso, me refiero a dejar que tu mente piense en algo que no sean 100 páginas de apuntes durante 5-10 minutos. Ve a dar un paseo rápido, haz una tarea, lee un capítulo de tu libro favorito, cualquier actividad corta. Recuerda que hay una diferencia entre procrastinar y tomarse un descanso.
NO estudies donde te distraigas. Esconde el mando a distancia, no te acerques a las redes sociales durante unas horas y pon tu teléfono en silencio selectivo. Fuera de la vista, fuera de la mente. Esta regla también incluye a las personas; los grupos de estudio son estupendos y pueden hacer maravillas, pero sólo si estás seguro de que tú y tus compañeros no convertiréis vuestros apuntes en aviones de papel.
Sigue el ritmo de tus lecturas. Tomar tus apuntes gradualmente a lo largo del año solidifica todo lo que aprendes, y hace un gran repaso.
NO olvides alimentarte. Es difícil concentrarse cuando el estómago pide comida a gritos. Mantente hidratado y ten a mano tentempiés para mantenerte con energía mientras metes información en tu cráneo.
Mastica chicle mientras estudias y, después, cuando hagas el examen (si está permitido). Si masticas mientras aprendes la información, y luego vuelves a masticar el mismo sabor mientras la aplicas, hay más posibilidades de que la recuerdes. Tu cerebro asociará el sabor con la lectura de la información, lo que te ayudará a recordar qué es un esfigmomanómetro. Una historia real.
NO te quedes despierto toda la noche. Descansar el cerebro es crucial para retener la información a largo plazo. Estudiar en lugar de dormir no siempre lleva a recordar. Estudia todo lo que puedas hasta cierto punto y luego da por terminada la noche. Siempre puedes seguir repasando cuando te despiertes.
Conoce tus recursos. ¿Hay tutorías en tu centro de estudios? ¿Sus profesores publican sus presentaciones en Internet para que los estudiantes las revisen más tarde? Recuerda que las clases y los libros de texto no son tus únicas opciones.