Nieve, hielo, vientos helados… Los inviernos son notoriamente duros. Pero podría haber un resquicio de esperanza en nuestras temperaturas bajo cero para las personas que viven con venas varicosas. Las condiciones climáticas calurosas impiden la circulación y empeoran los síntomas de las venas varicosas, que incluyen hinchazón y dolor en las piernas, por lo que no debe sorprender que el clima frío haga lo contrario.
Beneficios del clima frío para las varices
En primer lugar, el clima frío hace que los vasos sanguíneos se contraigan, lo que permite que las válvulas de las venas funcionen mejor y bombeen la sangre a través del cuerpo de manera más eficiente. En otras palabras, el clima frío puede mejorar el flujo y la circulación sanguínea y reducir el dolor y la presión.
Así que aunque sus dientes puedan estar castañeando, usted experimentará menos calambres y piernas pesadas debido a las venas varicosas. Usted también podría notar una reducción en la inflamación, ya que la sangre no se acumulará tanto en sus piernas como lo hace en un clima más caluroso.
Preocupación por el frío en las venas varicosas
Dadas las condiciones de nieve y resbaladizas, es comprensible que nuestros niveles de actividad tiendan a disminuir durante los meses de invierno. Pero incluso si no puede salir al aire libre tan fácilmente, es importante mantenerse activo. Un estilo de vida sedentario disminuye la circulación y puede agravar los síntomas de las venas varicosas.
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